Jonathan Muñoz Gómez | RDU.- El cocinero más exitoso, que estuvo al frente del negocio del Manchester United por más de 20 años y cosechó todo tipo de galardones, se ha ido. No está más. Siempre tuvo a sus ayudantes dando vueltas por todo el mundo, en busca de los ingredientes más frescos y prometedores, con el único objetivo de mantener a la marca siempre entre las mejores del planeta, y aunque no siempre acertaban, cuando lo hacían se producían resultados de la más alta calidad. Le costó mucho al inicio convencer a los comensales, pero una vez lo hizo, nunca más se le puso en duda.
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Foto: itv.com |
Cuando se anunció su sucesor parecía que todo iría bien, de orígenes similares y caracterizado por también buscar y encontrar ingredientes frescos y exquisitos (Rooney, Fellaini y Barkley entre otros) parecía que la casa seguía en orden. ¿Entonces qué fue lo que falló? El nuevo cocinero escocés venía de uno de los restaurantes de comida rápida más exitosas del mercado inglés, donde con muy poco había logrado grandes cosas, pero siempre trabajando sobre la hora, con lo más económico y con un margen de error siempre grandísimo. Igual los resultados eran más que aceptables y le valió para estar unos cuantos años encabezando la cocina del Everton.
En el Manchester United los ingredientes, de mucha mayor valía, nunca tomaron el sabor que David quiso impregnarles. Puestos en el plato no se veían como uno solo, nunca lo hicieron. Al principio, los restos que habían quedado del anterior lograron convencer a los consumidores, pero con el tiempo y entre más tiempo pasaba Moyes tratando de condimentarlos, más desabridos se veían (y sabían). Tan mal le salían las cosas al escocés que fue cuestión de tiempo para que los consumidores se empezaran a intoxicar con el producto, lejos de los objetivos planteados e incluso por debajo de lo que hacía en su anterior trabajo, el desenlace de la historia no podía ser otra. Despido para el nuevo cocinero, no sin antes llevarse una jugosa indemnización.
Para la nueva campaña, el cocinero llegó proveniente de Holanda, siendo el primero en la historia de la institución en ser de afuera de las islas británicas. ¿Será posible que un holandés convenza con su sazón a la finura inglesa? No hay que olvidar que a los ingleses hay que convencerlos desde el principio hasta el postre. Todos los platos deben estar equilibrados, mantener el buen sabor y ser igual de consistentes semana a semana, cosa que de momento le está costando mucho.
Para la preparación de sus platillos, Louis van Gaal, nuevo Jefe de la cocina, salió a la búsqueda de 6 ingredientes, algunos frescos y pensando en que van a ser de mucha utilidad a largo plazo y otros más maduros, ya probados en otros sitios y que dieron resultados indistintamente de la combinación que se usara. Por otro lado y luego de hacer una inspección exhausta de lo que había en su cocina, decidió enviar 9 ingredientes, de los que había en la cocina principal, algunos para que terminaran de madurar, a ver si le son de alguna utilidad, otros ya maduros los envió a ver si el calor de otras tierras les hacía recuperar su color… y su sabor, obvio. El resto se fueron para no volver.
Las cosas parecían ir bien para el cocinero holandés, durante la gira por Estados Unidos convenció a propios y extraños con el sabor y la consistencia de sus platos. Pasó por encima del que se le puso en frente y parecía que nos olvidábamos de los fantasmas del pasado. No importó los ingredientes que usó en cada una de sus recetas, ninguno de los catadores tuvo algo malo para decir del trabajo de van Gaal. Tal fue el punto de excitación, tanto del cocinero en jefe como de todo su equipo de trabajo, que se atrevió a decir que en tres meses más (terminando la gira por Norteamérica) sus platos tendrían la consistencia necesaria para volver a poner a la institución como una de las mejores del país.
Con lo que no contaba el neerlandés era que al regresar a las islas y durante la apertura del restaurante al mercado local, sus ingredientes empezarían a presentar algunos problemas. Muchos han tenido que ser puestos en el refrigerador durante prolongados periodos de tiempo para que recuperen la consistencia perdida durante la preparación de sus platillos, lo que no le ha permitido presentar a los clientes los platos con el sabor que él quisiera y éstos últimos evidentemente no están del todo convencidos; los platillos no saben a lo mismo cada semana, a veces nos sorprende el sabor, la entrada es exquisita, pero en el postre se desinfla o por el contrario está un poco frío el primer plato, pero sobre el final de la cena las cosas se componen un poco (aunque no lo suficiente).
Lo que sí tiene claro el nuevo jefe de la cocina es que el paladar inglés es uno de los más difíciles de convencer, que el mercado británico es uno de los más competitivos y complicados de convencer, que la crítica en las islas es demasiado fuerte y como si fuera poco, que los clientes de su restaurante son tal vez los que más suman en número alrededor de todo el mundo. Los pedidos y reclamos desde todas partes del mundo no paran de llegar. No lo tiene para nada fácil.
Para los consumidores reconforta un poco el hecho de saber que este cocinero ha ubicado entre los primeros lugares del mundo a casi todos los restaurantes que tuvo a su cargo, indistintamente del gusto de la clientela en cada país. ¿Será capaz de poner a producir uno de los restaurantes más lujosos y costosos del mundo usando sus recetas tradicionales o tendrá que acoplarse él al nuevo mercado para que las cosas le empiecen a salir mejor?
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Foto: mundodeportivo.com |
Cuestión de paciencia, muy seguramente con el paso del tiempo todos sus ingredientes irán tomando el sabor deseado y los que tiene actualmente en la nevera estarán disponibles nuevamente para ser usados. Louis está corriendo contra el tiempo, pero desde acá nos atrevemos a asegurar que, conocedores del sabor que puede dar a sus platos, nuestro negocio estará nuevamente entre los mejores del mundo. Estamos seguros que él conoce la Receta para el éxito. Cuestión de tiempo. Cuestión de paciencia.
SOBRE EL AUTOR:
Jonathan Muñoz Gómez, Ingeniero de Sistemas en formación (UTP) y director del Rincón del United. Soñador de tiempo completo.
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