El 21 de mayo de 2008 quedó marcado como un día mágico para cada uno de los aficionados del Manchester United; el equipo de nuestros amores llegaba a la final del torneo de fútbol más importante a nivel de clubes: la final de la Champions League y para definir al campeón de Europa, los Red Devils se midieron al bien conocido Chelsea.
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Imagen vía: Zimbio |
Llegar a esa final no fue nada fácil y la historia previa no pudo ser mejor. Dos leyendas del equipo se encargaron de hacernos creer que todo era posible, que no había obstáculos que este equipo no pudiera vencer: goles de Paul Scholes y de Ryan Giggs, uno para firmar el pase a la final de la UEFA CL y el otro para darle al United otro título de Liga Premier en la fecha final del campeonato. La confianza y la ilusión eran tangibles.
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Imagen vía: The Guardian |
Ya en esa noche mágica en Moscú, los Red Devils se adelantaron en el marcador al minuto 26 con un gol de cabeza de Cristiano Ronaldo; fue un partido trabado como era de esperarse al tener a dos equipos ingleses en la cancha. Al minuto 45 llegó el empate Blue en los pies de Frank Lampard.
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Las emociones estaban a flor de piel, cada equipo tuvo su oportunidad de definir el partido y el campeonato dentro de los 90 minutos reglamentarios pero el marcador se mantuvo, llegó el tiempo extra. Los ánimos se calentaron, Drogba salió expulsado y había ocho amonestados en el terreno de juego, el marcador siguió igual y no había de otra, habría que definir al campeón de Europa desde los once pasos; instancia en la que el United no contó con Paul Scholes ni Wayne Rooney.
Una serie dramática con dos grandes porteros que terminarían por ser factor. El primer disparo fue para el Manchester United, Carlos Tevez cobró al poste derecho y puso al equipo adelante, por la misma vía Michael Ballack igualó. El siguiente disparo recayó sobre los hombros de Cristiano Ronaldo, el portugués dudó y y Petr Cech atajó su disparo, Lampard acertó y le dio la ventaja a su equipo.
El tercer penal fue para Owen Hargreaves y con potencia mandó a guardar el balón, Ashley Cole cobró por el Chelsea y a pesar del esfuerzo, Van der Sar no pudo detener el balón y el United seguía atrás. El cuarto penal fue uno de los decisivos, Nani acertó por los Red Devils y por el Chelsea cobró su capitán John Terry, el defensa se preparó pero se resbaló al momento de cobrar y aunque había burlado al portero holandés, su disparo se fue de largo por el poste derecho, el United estaba vivo.
Después vino Anderson, cobró por el centro y le dio la ventaja al equipo mancuniano pero Salomon Kalou acertó su penal e igualó. Ryan Giggs con su mítico 11 en la espalda puso otro circulo verde para el United y dejó el escenario para que Edwin van der Sar se vistiera de héroe, el holandés no desaprovechó la oportunidad, atajó el penal de Nicolás Anelka y le dio al Manchester United su tercera Copa Europea.
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Una noche mágica, una remontada épica, Europa se rindió a los pies del Manchester United que tenía entre sus filas a leyendas de la talla de Sir Alex Ferguson, Ryan Giggs, Paul Scholes; a figuras como Ronaldo, Tevez y Rooney. Siete años después y tras el retiro y la salida de varios de ellos, el United vuelve a la Liga de Campeones; tendrá que pasar por la ronda de replay pero la ilusión de volver a firmar una hazaña como esta o como la del 66 o la del 99 sigue intacta.
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