Un secreto a voces se hizo público, las razones por las
cuales Wayne Rooney pidió ser transferido el pasado verano y que al fin y al
cabo se resumen en una sola palabra “inconformismo”.
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Foto: Sport.es |
Rooney admitió que quiso salir del United por que no se
sentía bien jugando de mediocampista, por más que lo haga bien, no es su
posición y no se puede esperar que un jugador dé el máximo de su capacidad en
una posición que simplemente no le gusta. Un error craso de Ferguson, un error
que por poco nos cuesta perder el alma del equipo. Pero más allá del error es
tiempo de pensar en el presente y aprender de los errores; “No está mal
tropezar y caerse, está mal encariñarse con la piedra.” Reza un adagio popular.
En este orden de ideas no se puede pretender que un equipo
funcione de la mejor manera cuando sus jugadores no están cómodos, realizando
tareas que no saben hacer. Hablando puntualmente de los casos de Kagawa, Jones
o Smalling; jugando de laterales improvisados ante ausencia de Rafael por
lesión y con Fabio viendo el partido por televisión. Es hora de olvidarse de
mentiras tales como que un jugador recién llegado tiene que “adaptarse” al
“estilo” y tiene que jugar donde le digan que juegue.
Cuando un equipo de fútbol contrata a un jugador es porque
tiene plena conciencia de sus capacidades y limitaciones, de la posición en la
que juega y de las posibles variantes
que puede aportar al juego del equipo.
Es imposible no comparar la situación de Kagawa con la
situación de Özil en Arsenal, ¿le habría dado Özil empujón que le ha dado al
Arsenal si en vez de dejarlo jugar donde sabe jugar, lo hubiesen puesto en una
banda a que se desperdicie?, ocasionalmente puede terminar aburriéndose y saliendo por la puerta de atrás del equipo, que es el destino que, hoy por hoy, parece ser el que seguirá Kagawa. Es una falta de respeto nefasta hacia el jugador.
No se trata de poner al jugador por encima de la
institución, pero es que “Fred The Red” no juega fútbol, no gana títulos, los
que hacen esto posible son los jugadores, son ellos los responsables de todo y
no podemos seguir en esta seguidilla de malos manejos que no conllevan a otra
cosa que malos resultados. Ya se ha hablado de esa falta de disciplina
posicional pero, ¿Cómo pedirle disciplina a alguien que no conoce la posición?,
¿Cómo hacer para jugar bien cuando la base del equipo es el desorden posicional?
Esperemos que se cambien este tipo de errores y que se logre
llegar a tener una base sólida con la suficiente rotación posicional para que
todos tengan oportunidades, jueguen donde saben jugar, entreguen lo que han de
entregar y ganen lo que han de ganar.
Manuel Salinas - @ElGuapoSalinas
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