Jerarquía y anarquía

Todo lo bueno que mostró el Manchester United como equipo ante el QPR la semana pasada se derrumbó este domingo ante Leicester City. Mejor dicho, no se vio un equipo. Fueron dos Manchester, totalmente distinto uno del otro.

La cara de van Gaal fue cambiando durante el partido (Reuters)

Cuando el United está en ataque, se ve la jerarquía. Di María, Rooney, Falcao y van Persie son jugadores ofensivos de quilates. Es indiscutible la categoría que tiene cada uno de ellos. El desborde y centro de zurda (la menos hábil) perfecto de Radamel es clase pura. El desmarque de RvP para cabecear el primer gol fue genial. Llevó al defensor hacia donde él quería para quedar libre en el segundo palo y convertir sin marca.

Y hay más. Di María avanza por el centro del campo, escapa de dos hombres de azul y descarga con Rooney. Wazza conduce y espera a Fideo que se va hacia el gol mientras Falcao le allana el camino llevándose una marca. Ángel se encuentra con el balón pegado a los pies y resuelve como ese tipo de jugadas piden. Tac. La picó por arriba el hijo del gran Peter Schmeichel. Golazo. Clase pura. Dos llegadas y dos goles. La contundencia se da por los jugadores de jerarquía que hay en ataque.

Todos abrazan a van Persie en el primer gol

Leicester reacciona y va por el descuento. Y lo consigue con facilidad. Marcos Rojo es desbordado por Vardy y no puede evitar que llegue el centro. Ulloa aparece entre Rafael y Evans para poner la cabeza. La pelota hace el resto. El lateral y el central se miran como no entendiendo qué pasó.

En el segundo tiempo, el United siguió con su estilo y buscó estirar la ventaja, como debe ser. Luego de un rebote de Kasper Schmeichel, van Persie le sirve la pelota a Di María para que defina, pero en el camino aparece un taco de lujo de Ander Herrera para corregir el disparo y descolocar al arquero.

Cinco minutos después, Vardy le robó la billetera a Rafael que después le comete penal. No fue, pero tampoco es la primera vez que le pasa lo mismo al brasileño. El 9 azul tuvo la virtud de aprovechar la siesta del lateral y luego simular para que el árbitro compre. Le salió perfecto. Nugent marcó el descuento. Dos minutos después, Smalling (que entró por Evans, otra vez lesionado) la pierde en mitad de cancha y luego se complica dos veces para despejar de cabeza. Hammond toma el balón muerto y remata sin oposición. Hay rebote y llega Cuchu Cambiasso para pisar el área y liquidar a De Gea. Anarquía en la defensa. No hay voz de mando, no hay colocación defensiva y tampoco marca. En pocos minutos, Leicester emparejó un partido que parecía controlado. Rooney estaba a los gritos con sus compañeros, mostrando el liderazgo que tiene el capitán.

Y van Gaal también equivocó los cambios. Januzaj y Mata por Falcao y Di María, ambos de buen partido. Con todo el United en ataque, Rojo comprometió con un pase a Mata que la perdió en campo rival. En un pase, Vardy quedó mano a mano para liquidar a De Gea. Toda la defensa quedó mal parada. Blackett quedó contra dos atacantes. El que más cerca terminó de Vardy fue Rooney. Increíble.

Para colmo, Tyler Blackett, el menos peor de la defensa, saltó y cabeceó al aire. Vardy lo movió con facilidad y le ganó la posición. Los volvió locos a todos. Para reparar su error, corrió al delantero, cometió penal y fue expulsado. El partido de toda la defensa fue pésimo. Ulloa puso el 5 a 3 final para que el golpe del Leicester al Manchester United sea aún más duro.

Penal y expulsión de Blackett (getty images)

Antes de comenzar la temporada, la última línea era una de las prioridades a reforzar. Se fueron Ferdinand y Vidić, y no llegó ningún jugador que pueda reemplazarlos y ser esa voz de mando, ese líder de la defensa que se necesitaba y se sigue necesitando. Entre Smalling y Evans, no hay una actuación que se pueda rescatar. Phil Jones está lesionado. Blackett recién está dando sus primeros pasos. Rojo acaba de llegar y jugar su segundo partido. Hay un “sin gobierno” en el fondo.

Los 5 puntos obtenidos de 15 posibles son muy poco. El funcionamiento debe mejorar. Hay muchos errores para corregir. Louis van Gaal tiene mucho por trabajar. La única certeza que quedó del domingo es que el Manchester United tiene dos equipos. Cuando ataca, es un equipo que tiene jerarquía. Cuando defiende, es una anarquía.

Por: @patojacoby