OPINIÓN: Un año de reconstrucción

Alan Jacoby || RDU.- El 2014 del Manchester United fue un año de muchos cambios, de despedidas, de fines de ciclos, de comienzos de nuevos tiempos, de renovación. Pasaron muchas cosas: episodios alegres, otros no tanto, momentos de sufrimiento, situaciones inéditas, ilusiones, decepciones y situaciones inesperadas. Desde el Rincón del United les proponemos hacer un repaso de lo más destacado de este año especial.
 
Foto: Manchester United

El United de Moyes no jugaba bien, le costaba conseguir los resultados, estaba plagado de lesiones —problema que aún hoy persiste—, tenía a De Gea como gran figura y dependía de lo que pudiera inventar Rooney. Enero fue un mes difícil. Por Premier League, fueron derrotas ante Tottenham y Chelsea, y victorias contra Swansea y Cardiff. Se sumaron las eliminaciones en FA Cup en el mismísimo Old Trafford en manos de Swansea, y también de la semifinal de la Capital One Cup ante Sunderland en la posible peor ejecución de tanda de penales de la historia. Para intentar levantar los rendimientos del equipo, el United incorporó a Juan Mata, que llegaba proveniente de Chelsea, en una suma elevada. Un fichaje tan bueno como innecesario, porque el equipo pedía refuerzos en otras áreas con más urgencias.

El equipo seguía sin rumbo, no sabía a qué jugaba y David Moyes estaba cuestionado. En febrero, ganó sólo (frente al modesto Crystal Palace) uno de los cinco partidos que disputó. Incluye derrota por 2-0 ante Olympiakos. El equipo quedaba al borde de la eliminación en Champions League debido a no anotar goles de visitante, no evitándolos en contra, y sin demostrar actitud para revertir la situación, una constante en la era Moyes.

El United del escocés fue mutando. Se convirtió en un equipo que a veces goleaba (West Brom, West Ham, Aston Villa, Newcastle, algunas víctimas) pero también era humillado de local en los clásicos ante Liverpool y Manchester City, dos derrotas que dolieron muchísimo y debilitaron aún más al entrenador. Seguía vivo en la competición continental gracias a Robin van Persie, ya recuperado de su lesión, que marcó un hat-trick en la vuelta ante el equipo griego para dar vuelta la serie, aunque necesitó de David De Gea porque no se podía ganar sin sufrir.

Foto: Getty Images

En los cuartos de final de la Liga de Campeones, tocó el Bayern Múnich, el último campeón. En la ida, en el Teatro, fue empate en uno con goles de Vidić y Schweinsteiger. En la vuelta, Moyes hizo un buen planteo hasta el momento en que Evra clavó un terrible zurdazo al ángulo de Neuer. Un minuto y diez segundos duró la ventaja en Alemania. Los de Guardiola dieron vuelta el resultado y se pusieron 3-1 al frente mediante Mandžukić, Müller y Robben, y se dio la lógica. Pasó el mejor equipo y al United sólo le quedaba la Premier en la que no andaba nada bien.

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El último partido de Moyes fue derrota ante Everton, su ex club. Fue despedido en abril luego de que una avioneta sobrevolara Old Trafford pidiendo que se fuera. Su reemplazo fue un tal Ryan Giggs, que todavía era jugador del equipo —también fue parte del cuerpo técnico del escocés—, acompañado de Paul Scholes, Nicky Butt y Phil Neville. El interinato duró los cuatro partidos que quedaban de la temporada, fueron victorias ante Norwich (4 a 0 en el debut) y Hull, derrota contra Sunderland y empate en la cancha de Southampton.

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El partido ante Hull City, sin dudas, fue muy especial. El galés hizo debutar a los juveniles Tom Lawrence y James Wilson —marcó dos goles—, pero la nota estaba en el banco de suplentes. Porque Ryan Giggs puso entre los reemplazantes a Ryan Giggs, lo mandó a calentar y lo hizo ingresar (y todos los chistes que puedan hacerse). Fue jugador-entrenador. Dio un pase magnífico, de cirugía mayor, que terminó en gol de van Persie, y casi anota el suyo de tiro libre. Después del partido, la leyenda con el 11 en la espalda tomó el micrófono y se dirigió a su público: “sigan alentándonos que los buenos tiempos van a volver pronto”.

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Ryan Giggs, el gran ídolo, vestía por última vez la camiseta de los Diablos Rojos, al igual que el capitán Nemanja Vidić. También se despedían del club dos referentes como lo eran Rio Ferdinand y Patrice Evra. Entre los cuatro suman 80 títulos en el club. Escandaloso. Fue el comienzo de una transformación en el Manchester United.

La temporada 2013/14 se cerró y el equipo no clasificó a las competiciones europeas, algo que no había sucedido en los últimos 20 años. Fue un fracaso indiscutible. Llegó el Mundial de Brasil que sirvió para despejar un poco la mente. Antes de su inicio, Louis van Gaal fue contratado como el entrenador para la nueva temporada, asistido por Ryan Giggs, y asumiría luego de la Copa del Mundo en la que dirigió a Holanda. Junto a van Persie, llegaron a la semifinal y terminaron en el tercer puesto, Rooney y Fellaini tuvieron una buena actuación (con un gol cada uno), especialmente el belga, que empezó a mostrar una cara similar a la desarrollada en la temporada actual.

Finalizado el Mundial, van Gaal asumió cuatro días después en el Manchester United que ya contaba con dos caras nuevas para la pretemporada: Luke Shaw y Ander Herrera. También dos nuevos capitanes: Wayne Rooney fue designado para llevar la cinta, Darren Fletcher sería su sustituto. En Estados Unidos el equipo tuvo un muy buen rendimiento, hubo un nuevo esquema con tres o cinco defensores, según como se lo quiera ver, y ya se veían algunos indicios de la mano de van Gaal en el equipo. Fueron tres goles contra Roma, Real Madrid y Liverpool, siete goles a Los Ángeles Galaxy, y empate en cero ante Inter. El balance: campeones de la International Champions Cup contra el eterno rival de Anfield.
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No hacía falta perder de local ante Swansea en el arranque de la Premier League en agosto para saber que este plantel necesitaba seguir reforzándose. En la misma semana, el United incorporó a los argentinos Marcos Rojo y Ángel Di María. Desde los nombres, ya era otro panorama. Mientras tanto, los suplentes sufrían una vergonzosa derrota en la Capital One Cup a manos del MK Dons que anotó cuatro goles. Agosto terminó sin victorias oficiales tras cuatro partidos y la impaciencia comenzaba en los hinchas Red Devils.

El mercado de pases finalizó el 1º de septiembre con muchas novedades: el Manchester United fichó rápidamente a Daley Blind y Radamel Falcao, dando un bombazo en el mercado y enloqueciendo a todos los hinchas de Latinoamérica. La lista de incorporaciones se cerró en seis hasta el mercado de invierno, donde se espera que Louis van Gaal siga fichando, mientras que las bajas del plantel fueron mucho más numerosas. La lista fue: Giggs, Ferdinand, Vidić, Evra, Chicharito Hernández, Welbeck, Cleverley, Nani, Kagawa y Büttner, entre los más importantes del primer equipo, sumado a varios juveniles y no tan jóvenes que se fueron a préstamo.

Foto: Manchester United
Los problemas constantes de las lesiones, las suspensiones y las fechas FIFA impidieron que el entrenador holandés pudiera trabajar con todos los futbolistas en su idea de juego y con su metodología. Desde que asumió, todavía no pudo contar con el 100% del plantel, tuvo un promedio de un lesionado cada tres días. Terrible. Sin embargo, con el correr de los partidos, empezó a verse, primero, un equipo que tenía mucha jerarquía ofensiva y debilidades en el fondo (derrota 5 a 3 ante Leicester), luego, un equipo que jugaba como tal (victorias ante QPR y Hull), otros partidos en los que se ganaba pero sin convencer (contra West Ham, Crystal Palace, Arsenal y Southampton), y por último, encuentros en los que se sufrió y hubo resultados a favor y en contra (West Brom, Chelsea, Manchester City, Stoke). En todos ellos, David De Gea fue la gran figura. A pesar de los diversos rendimientos, se destacan los resultados obtenidos, las seis victorias consecutivas logradas, los clásicos ganados contra Arsenal y Liverpool, y se valora estar en el tercer puesto de la tabla de posiciones, sabiendo que todavía falta mucho.

El año del Manchester United fue de reconstrucción. Con o sin Moyes, la decisión de que algunos históricos no siguieran ya estaba tomada. Otros jugadores cumplieron un ciclo. Varios llegaron para sumar, para jerarquizar, para tapar huecos, y otros que llegarán para seguir mejorando lo que ya hay. Son tiempos de cambio, de renovación, en los que hay que tener paciencia y confiar en lo que se está haciendo. Ya vendrán mejores tiempos.




Sobre el autor:
Alan Jacoby
. Periodista integral y deportivo. Argentino.

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