![]() |
Fuente: Mirror.co.uk l Editada por Giovanni Rocha |
Giovanni Rocha l RDU.- Común premisa sería
aquella que señalase –por enésima vez- las dudas que van Gaal puede generar en
algunos aficionados y/o espectadores en relación a su postura de cara al equipo
rojo de Manchester. Sus números no se
alejan demasiado a los que tuvo Moyes, o por lo menos no se escapan de las
comparaciones que se nutren del desbalance a nivel de fichajes entre ambos
periodos. Sin embargo los red devils hoy cuentan con la capacidad
de decir que son terceros en la tabla, únicamente atrás de Chelsea y City,
dos equipos que han hecho sus respectivos deberes durante los últimos años,
cosa que el United efectivamente no ha hecho.
Existen individuos los cuales
consideran que esto, en conjunto al avance en FA Cup, no es suficiente como para elevar los ánimos en las gradas del Old
Trafford, y que tampoco sirve como justificación a la inmensa inversión
deportiva. Una afirmación completamente cierta si se ve desde algunos ángulos,
sin embargo el crecimiento de la
plantilla de Louis van Gaal parece irse por otros costados. Otros lares que
comienzan en tramos del pensamiento tan amplios como la idea que quiere
implementar el técnico holandés de jugar
bien, cosa que equipos como el Arsenal han podido emplear dentro de este
contexto, pero con el esfuerzo del proceso de Wenger durante muchos años.
![]() |
Fuente: Mirror.co.uk |
Los automatismos del fútbol inglés
son aquellos responsables de que el proceso de reinvención futbolística del
Manchester United sea tan duro, y de hecho, en comparación a las primeras
temporadas de los otros equipos británicos que han intentado plasmar dicha
idea, el United no ha se ha visto en tantos problemas –vale destacar que, eso
sí, han contado con la ayuda de una gran inversión-.
Como conclusión a esto se da la
siguiente premisa: van Gaal sabe lo que hace, y más allá de todo, vale decir la labor no es tan fácil como
parece. Pruebas tangibles de esto son algunas de las muchas participaciones
del United esta temporada, sin embargo hay una en especial que hoy se
resaltará. No es otra sino la disputada por la quinta ronda de la FA Cup ante
el Preston North End, donde el equipo visitante dirigido por van Gaal logró una
victoria de 1-3 dejando al modesto local fuera de la competición. Sensaciones muchas al respecto, pero varias
a resaltar.
PARADO INICIAL
![]() |
Vía: ShareMyTactics.com |
El Manchester United arranca la
eliminatoria con el sistema que probablemente sea su predilecto, el 4-4-2 en rombo. Aun siendo un
partido ante un rival claramente inferior en ciertos aspectos, el Manchester no se guardó nada y salió con
un once casi completamente de gala, únicamente faltaban Robin van Persie y
Juan Mata para poder afirmar que era el once devil que acoplaba mejores jugadores –o por lo menos los mejores en
forma-.
De Gea en el arco por Valdés era un
movimiento que a priori daba a
entender la intención del United: atacar
y confiar en el guardameta ex Atlético de Madrid. Con Víctor se obtiene
mayor tenencia de balón, cosa que van Gaal pone en segundo plano ante un seguro
como David De Gea que te da la confianza suficiente como para dar ataques
riesgosos y verticales sabiendo siempre que tendrás bien cubierta tu puerta. Pretensiones claras de querer finiquitar la
eliminatoria lo antes posible.
En la línea de 4 defensas se
encontraba el cuarteto que se podría confirmar como aquel con mejor forma
física dentro de la actualidad de la institución roja: Valencia como lateral diestro, Smalling
y Rojo como centrales y Shaw
como lateral zurdo. Delante, el típico rombo, entonces conformado por Blind como mediocentro, Herrera y Di María como interiores y Fellaini como mediapunta. No hay nada
que aclarar dentro de las posibles funciones de el mediocentro y los
interiores, sin embargo el caso no es
igual con el volante belga que entonces disputaba de segundapunta.
Fellaini se coloca como segunda
punta para arrastrar marca y dar al equipo un juego de posición importante.
Además cuenta con comodines a nivel de variantes tales como su juego aéreo y su
portento físico que permiten tanto a Rooney
como Falcao –pareja en la
delantera- buscarse abrirse en orden a una posibilidad de combinación con el
belga y sus variantes correspondientes.
En definitiva un once que buscaba
llenarse de opciones y potencia; lo suficientemente eficiente como para romper
el cero en el marcador y disputar buen fútbol. Esto no fue así del todo.
FASE OFENSIVA
Aun el equipo contando con todos los
beneficios técnicos, los casaca roja no
lograron anotarle a un modesto local que en la primera mitad de dio la
tarea de defender.
La defensa rival no con constó en un
repliegue cualquiera e improvisado, sino
con una ardua presión hacia la salida de balón de los red devils. El 4-1-4-1 rival favorecía al mismo dentro del
juego de posición, ya que inclusive cuando el United desplegaba la salida de
tres con el mediocentro entre los centrales a estos les costaba significativamente la movilización de la pelota.
Se ve como el visitante molestaba
con una doble presencia, que además daba paso a que hasta 3 entes restantes marcaran el medio y que además el extremo de
turno fijara directamente al lateral, lo
hizo múltiples veces Humphrey con Shaw. El United se atascaba al intentar
movilizar la pelota desde ese punto. Un automatismo que entrena van Gaal semana
tras semana hoy se veía nublada por el bloque de un rival. Responsabilidad repartida en partes iguales dentro del Manchester.
El equipo tomó dos posturas como
solución a esto. La primera consistió en
que un mediocentro que ganase metros, haciendo retroceder al bloque rival,
y posteriormente, para contrarrestar la inferioridad numérica, el United intentaría pedir mayor labor de
generación a Fellaini. Dando así hasta 3 opciones de pase para Blind.
La segunda consistía en adelantar líneas empezando por los centrales. Buscando mayor asecho hacia el área
rival.
El resultado no fue el esperado. La
primera propuesta se aplicó circunstancialmente, y aún teniendo 3 entes como receptores
(Herrera, Ángel y Fellaini) el rival
podría fácilmente acumular 5 o hasta 6 individuos ahí. Como solvencia a
esto era necesario el paso de los laterales por el medio, o la subida de los
centrales dentro de este contexto, algo que no existió.
La segunda falló en no ser constante, y además, ésta contó con una desorganización
ofensiva lo suficientemente incidente como para desorganizar al equipo en el
repliegue en caso de una recuperación y ataque rival.
Cuando el Manchester, bajo el medio
que fuese, llegaba a 3/4 de cancha se encontraba con un juego de posición muy
pobre, principalmente porque no existía
ruptura ni verticalidad, el único dedicado a esto era Di María y tenía que correr una serie importante de metros para
generarlo, lo cual solía facilitar la intercepción al rival.
Fellaini de MP daba muchas variantes
tácticas, pero dentro de un juego de
posición no daba ruptura. Todos los trazos provenientes de los volantes para
tratar de conectar con los delanteros a espaldas eran pases que contaban con una distancia considerable, lo
suficiente como para ser ocupada por un rival en el trayecto del balón. Todo
señalaba a que el equipo necesitaba mayor verticalidad, y que si esta podía
aprovechar los factores en cancha, pues mejor.
El resultado fue el movimiento
decisivo del partido. Cerca de estar cumplirse los primeros 15 minutos de la
segunda mitad, van Gaal da entrada al winger Ashley Young y retira al delantero centro, Radamel Falcao.
![]() |
Vía: ShareMyTactics.com |
El equipo tomó la postura de un
claro 4-4-2, lineal esta vez. Acá
todo cambió para bien, buen movimiento de Lucho. El equipo pasaba a tener una
medular con Herrera y Blind como
doble pivote, y con Young como
extremo izquierdo, mientras que Di María
tomaba la misma posición pero desde la derecha. Arriba Fellaini y Rooney.
El objetivo, y por ende el
resultado, tenía claras intenciones: Con Young se inyectó desde el primer
minuto actitud y dinámica la cual, admirablemente, el jugador inglés pudo
contagiar a su equipo. Tácticamente, además, vimos un equipo que podía ser agresivo y que contaba con las aptitudes
suficientes como para romper la defensa rival. Existieron dos cambios
tácticos en relación al primer tiempo de suma importancia.
El primero consistió en el factor
que generaba desde la derecha Di María para con su sector: superioridad desde la línea de cal. Al tener el perfil invertido,
cualquier enganche de afuera hacia dentro era una clara oportunidad para Wayne Rooney de abrirse y buscar el
espacio a la diagonal. Si esa idea no se concretaba, el extremo argentino
sostenía el balón el tiempo suficiente como para esperar una subida de
Valencia, o, una petición de pase por parte del doble pivote.
Como segundo factor importante está
el despliegue ofensivo que conseguía
Young por la incidencia de Fellaini y Shaw para arrastrar marcar y abrir
espacios. Jugadas que, cuando eran iniciadas por el belga, tenían la posibilidad
de ser finalizadas por él mismo ya que, después de proveer a Ashley con un pase
filtrado, él llegaba al corazón del área a esperar el centro de Young. También
en jugadas horizontales, tanto el punta belga como el lateral ingles se
acercaban a Ashley para generar superioridad de ahí crear peligro.
Sin duda un movimiento táctico por
parte de van Gaal que decantó la balanza. La
actitud de Young en la cancha refleja la evolución que ha conseguido a lo largo
de este curso, y por ende, pide a gritos titularidades futuras.
FASE DEFENSIVA
A la hora de replegarse e
interceptar el United no mostró ningún aspecto apreciable, más si vale
mencionar la seguridad que aportó Marcos Rojos a la zaga central despejando una
cantidad importante de veces. El gol
encajado –aquel del 1-0 a favor de los locales- nace a partir del despiste de
la zaga devil; Valencia pierde
las espaldas y cede el zurdazo que De Gea, posteriormente, no podría detener.
CONCLUSIÓN DEL PARTIDO
Un partido que nunca debió ser tan
complicado, pero que de alguna manera beneficia
al ser una especie de medidor actitudinal del United. Las medidas fueron
las esperadas, y más allá de los números, se ve una diferencia notable con el
United de hace unos meses; la actitud ha
resurgido en conceptos de futbolistas inesperados, véase Young, y hasta
Valencia y/o Fellaini. Un Manchester que gana, pero que falló en la cancha en cuanto a esos automatismos y circunstancias para
los cuales se preparan constantemente; principales artífices de lo anterior
fueron participaciones como las de Blind o Falcao –el holandés estuvo
especialmente errático en este partido-. A fin de cuentas, van Gaal impulsó un movimiento táctico sorpresivo que desacomodó al
rival, y Young impulsó otra victoria
para los red devils.
Sobre el
autor: Giovanni Rocha (@GiovanniRochaP) Proyecto de entrenador y
periodista. Escribo y analizo en GrupoSports, YoSéDeLaPremier, MiBundesliga,
VAVEL y Rincón del United. Me escuchan en AlPaloCortoDEM. Cosecha del '98. Muy
de Bielsa.
Otra variante táctica que debería probar LVG es poner a Mata detrás de Rooney, para jugar con mayor circulación de balón dado el pie de Mata, esto hablando del 4-4-1-1 con qué jugamos luego de la entrada de Young.
ResponderEliminarEste partido mostró que Rooney no necesita estar en el medio, Ander y Blind son una muy buena pareja y deberían ser los titulares de aquí en más...
Increíblemente este equipo que empezó jugando 3-4-1-2 volvió a mostrar un buen juego cuando volvió a la alineación que usó Ferguson más de 20 años...el 4-4-1-1, está en la sangre del United...