La obligación de empezar a sumar

Tras la contundente goleada del pasado fin de semana, Manchester United recibirá este miércoles a Wolfsburg en Old Trafford por el segundo partido de la fase de grupos de la UEFA Champions League.

Imagen editada por @fbernasconi_

La segunda derrota consecutiva de Manchester City motivó a los dirigidos por Louis van Gaal a alcanzar un logro provisorio pero significativo: ubicarse -en soledad- en la cima del campeonato local. En agosto, la concreción de este objetivo parecía algo lejano; pero hoy, siete fechas más tarde, es una realidad. El buen rendimiento del juvenil Anthony Martial, una de las incorporaciones más cuestionadas de la liga, sumado al correcto desenvolvimiento del equipo tras la grave lesión de Luke Shaw, posicionaron a los Red Devils en un lugar de “privilegio”. De todas formas, para mantenerse en este puesto, conseguir los primeros puntos en la Champions League y volver a darle una alegría a sus hinchas, deberán imponerse ante un rival de peso: Wolfsburg de Alemania.

Louis van Gaal, con la mente fija en el partido del miércoles, destacó en nivel de Julian Draxler, nueva adquisición del conjunto alemán, y lo comparó con Anthony Martial: “Lo conozco de cuando dirigía a Bayern Munich; es un muy buen jugador”. El futbolista de 22 años convirtió el gol que le dio la victoria a su equipo ante CSKA Moskva en el debut por Champions League.

Datos del rival: Wolfsburg, cuarto en la tabla de posiciones de la Bundesliga, ganó solamente dos de los últimos cinco partidos que disputó tanto por el torneo local como por la Champions League. Los encuentros más recientes destacan el 5 a 1 en contra ante Bayern Munich -Robert Lewandowski marcó cinco goles en nueve minutos- y el empate por 1 a 1 ante Hannover de local.

Historial: las únicas dos veces que Manchester United y Wolfsburg se enfrentaron entre sí, los Red Devils lograron marcar la diferencia. En septiembre de 2009 se impusieron por 2 a 1 con goles de Ryan Giggs y Michael Carrick; y, en diciembre del mismo año, ganaron por 3 a 1 con un triplete de Michael Owen.