La historia de la humanidad está llena de juicios sumarios. Personajes que no tuvieron alguna posibilidad de defenderse ante las acusaciones, fundadas todas, de los más terribles crímenes. De la misma estirpe y linaje de Caín y pariente lejano de Judas Iscariote está el buen Louis Van Gaal.
Como sus ancestros, personajes condenados por siglos, Louis Van Gaal no ha tenido una defensa justa, al menos una réplica, ante tantos vituperios en todos los idiomas. Yo, en nombre de la ADHM (Asociación Defensora de Holandeses Malgeniados), tratare de exponer una defensa mínima de Louis Van Gaal:
He traído a colación su familia pasada para explicar el proceder del imputado, Louis Van Gaal. Muchos le critican su complicado temperamento, pero pocos saben el sufrimiento que lleva en su ser. Su atribulado corazón, se siente solo y aburrido (como todos nosotros al min 60 en Old Trafford), por los señalamientos de todo un país. Tal como su tío lejano, Caín, siente que todo lo que hace no es de agrado de los hinchas. Que si pone a Mata, que si sienta Herrera, que goza viendo los rulos de Fellaini en el campo, etc. Por más empeño que le coloca al juego, todo sale con humo negro y tristeza del terreno de Manchester. Si continua en el banco de suplentes, le suministraremos una carraca de burro para que se defienda de posibles ataques. Obviamente una herencia familiar.
Louis Van Gaal cuida mucho el dinero… el de él, por supuesto. En cambio, decidió acceder a utilizar presupuestos millonarios para compra de jugadores, sin dar un resultado alguno. Su primo hermano lejano, Judas, cuidó con esmero el presupuesto para viáticos y transporte de 13 personas y fue odiado de por vida. Esto marcó de manera profunda a Louis. Ahorrar dinero y mantener un séquito no da para ser canonizado. Por ello ha comprado jugadores y desechado delanteros como si hubiera premio de por medio. Me cuentan que ha pedido treinta monedas de oro, con su rostro marcado, para regalar a todos sus compañeros. Prueba de su desprendimiento ofensivo y sencillez de juego.
Señoras y señores: Louis Van Gaal no tiene la culpa de lo que está ocurriendo en Manchester. Sólo repite los errores de antaño y va por la vida pidiendo ser querido. Propongo una pena para él como destierro de por vida de la ciudad de Manchester, contrato para técnico del Liverpool o algo así de terrible, para que nunca más se le ocurra ser director técnico del Manchester United.
También quiero pedirle a la Corte Penal Internacional, Naciones Unidas y hasta juzgados de familia del mundo, investiguen a las directivas del Manchester United, por delitos de lesa humanidad. No puede quedar impune el hecho, de hipnotizar de sueño a millones de personas, durante 90 minutos. ¡Ellos son peores que Caín y Judas!
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