La palabra ‘dream’ se desgastó en los titulares de la prensa inglesa para definir el anuncio del Manchester United. No esperaron más, la prisa de los negocios urgió al joven holandés a estampar de una vez por todas su firma en el papel membretado. Se cumplió la ilusión de adolescente entre sonrisas.
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| Foto: Manchester United |
Los diarios ingleses hicieron eco del cuantioso intercambio entre clubes por el amuleto, alabaron sus características; después de todo, ya no era un desconocido. El Mundial de Brasil fue una buena oportunidad para ponerle los ojos de plato a varios y saborear lo que sería sobre el césped de Old Trafford. De nuevo, premura.
Proclamado de por sí como “sucesor de Cristiano Ronaldo”, él mismo eligió vestir la historia del equipo en la espalda. Valiente, o no, porque de cualquier forma el dorsal fue cubierto con la capa de héroe -no solicitada-.
La crisis ameritaba identidad y los veintitantos goles en la Eredivisie fueron el pretexto. Entre el triunfalismo de haber vencido a los rivales en el mercado, tanto él como Van Gaal advirtieron que le tomaría tiempo acostumbrarse al ritmo de la Premier League.
21 años, al fin Red Devil. Memphis recibió un pase al borde del área, se libró de la marca con un sombrerito, quedó solo frente al arquero y definió como el descarado que prometió ser. Repitió la dosis en esa noche de Champions. Adiós, Brujas.
Las máquinas de impresión trabajaron a tope, Memphis compartió con Messi y Cristiano el top de venta de camisetas a menos de seis meses de su llegada. ¿Quién piensa en la desgracia cuando está tan cerca del amor?
No tan rápido. La impredecibilidad de este equipo, la urgencia de resultados y probablemente la comodidad del rápido ascenso, apuntaron la palabra ‘failure’ junto a su nombre en los diarios al cabo de un par de meses. Las oportunidades disminuyeron de partidos completos a poco más de 20 minutos como sustituto.
Con la confianza mermada y un compañero en claro progreso, Memphis comenzó a agotar el crédito ganado. Terminó por reconocer, al tiempo que lo hizo Van Gaal, que su desempeño estaba por debajo de las expectativas generadas con su contratación, “jugar bien no es suficiente cuando juegas para el United”, sentenció.
El juicio ante la afición llegó muy rápido. El empate en minutos finales ante Chelsea, tras una serie de errores que iniciaron con una desatención que dejó expuesta su banda, lo puso como blanco de la frustración.
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| Foto: bbc.com |
Relegado a la banca desde octubre y pobre cuando se requiere de él como reemplazo, el holandés debe ahora recuperar el sitio que bien ha ganado Lingard con un provechoso desempeño en la distribución del esférico y generando mayor peligro en su zona de acción. Más importante, la confianza del técnico.
Sin embargo, el talento probado, el respaldo de sus compañeros y el deseo propio de no ser tildado de fiasco, están de su lado. Memphis, hoy con 22 años, merece la oportunidad de enderezar el camino al ser víctima también de la extrema urgencia del aficionado por el éxito del “fichaje de los 35 millones de euros”.
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