OPINIÓN: El momento de dar la cara

El Manchester United le debe a sus hinchas una gran alegría, algo que compense el largo período sin conquistar ningún título. No ocultará el fracaso que ha sido esta temporada, pero ayudará a maquillar tantas decepciones, enojos y bostezos. No hay misterios: esa retribución debe concretarse en la Europa League, eliminando al rival de toda la vida de la competición.

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El fanático del Manchester United tiene casi asumido que su club no jugará la Champions League la próxima temporada. Aquel que creció viendo a su equipo competir en Europa, o también ese seguidor algo más cercano en el tiempo, pero que vivió los momentos de gloria, entendía que el equipo no luchaba por cupos en un torneo, sino que competía para ganarlos. Enfrentaba la Premier League con ánimo de conquistarla. No siempre se podía, claro, pero ingresar al torneo continental era una consecuencia de haber peleado el campeonato hasta el final.

Luego de que David Moyes no lograra clasificar a ningún torneo internacional, el objetivo mínimo durante el primer año de Louis van Gaal debía ser volver a poner al club en Champions. Lo logró, clasificó a la fase previa con 70 puntos, una cifra que en otros años no hubiese alcanzado. Para alcanzar esa suma, ahora, debería ganar 23 de los 27 puntos que quedan en juego. Para terminar en el top 4, según declaró el holandés, necesitan puntaje perfecto.

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La otra alternativa para conseguir un cupo para disputar la Champions League es saliendo campeón de la Europa League, porque incluso los propios protagonistas descreen de las posibilidades de coronarse en la Premier. Sería un título internacional, para nada despreciable, que el club nunca ganó, que no es nada sencillo de conquistar, y que lo clasificaría de manera directa. Sin embargo, el fanático prefiere no engañarse. Sabe que su equipo no le da garantías, que no es confiable, que un día juega bien, que un día juega mal y que otro juega peor. Ha visto a sus jugadores brillar y desaparecer, aun en el mismo partido; los observó con ganas de revertir los malos momentos y también con el desgano que los provocaron; festejó ciertos triunfos en los clásicos, y se avergonzó en las derrotas ante equipos pequeños e, incluso, ínfimos; disfrutó de algunos rendimientos y se esperanzó, pero se volvió a decepcionar una y otra vez. No se le puede demandar optimismo porque no tiene motivos para estar esperanzado salvo las lógicas ganas que conserva de ver a su equipo ganar.

El estado de ánimo del hincha del Manchester United es una consecuencia de lo que el equipo le transmite en el campo de juego. Sabe que no puede abrazarse a la ilusión que generan los juveniles que debutaron y tampoco se siente identificado con los más experimentados. Aunque no digerirá fácilmente todas las frustraciones que acumuló, y posiblemente seguirá coleccionando, necesita que el cuerpo técnico y los jugadores le regalen esa victoria. Que la eliminatoria los declare vencedores, que Liverpool quede eliminado, que siga la sana costumbre de ganarles, que esa noche sólo se hable de eso. El fanático merece un reconocimiento, un premio al aliento, al estar en las malas. Los jugadores no pueden decepcionarlos. No deben fallar. Es el momento para dar la cara, de ser agradecidos, de honrar la camiseta.

Por: @patojacoby