La noche en Lisboa que lo cambió todo

Bleacher Report publicó un artículo sobre la llegada de Cristiano Ronaldo al Manchester United. En el reportaje cuentan la historia del partido amistoso entre el Sporting de Lisboa y los Red Devils, que terminó por cambiar la carrera y la vida del astro portgués. A continuación compartimos la traducción del artículo de Sam Pilger.

"Estaba ahí para armar un espectáculo": La legendaria audición de Ronaldo para el Manchester United.
Imagen vía: Bleacher Report/Barrilete Cosmico


En el interior del recién estrenado estadio Jose Alvalada, en una calurosa noche de agosto de 2003, Sir Alex Ferguson estaba terminando su charla pre partido con sus jugadores, mientras esperaban el inicio de su partido amistoso contra el Sporting de Lisboa.

Al final de su discurso, Ferguson agregó con indiferencia, “Ah, y muchachos, una última cosa: Tienen un lateral joven con mucho talento. Obsérvenlo bien, ¿está bien? Es fuerte y ágil. Es bastante bueno”.

“Eso fue todo”, recuerda el ex defensa del United, Mark Lynch; Lynch entraría al partido como relevo en el segundo tiempo. “No hubo advertencia; no le dedicó más tiempo; sólo nos dijo esas pocas palabras; parecía que Sir Alex quería sorprendernos”.

El “joven lateral talentoso” era Cristiano Ronaldo. En los próximos 90 minutos, daría el partido de su vida, se ganaría su traspaso al Mancheester United, movimiento que se completaría en cuestión de días.

Portando el dorsal 28 en su espalda, con brackets en sus dientes y con unos reflejos recién pintados en su cabello, un joven y recién formado y desgarbado Cristiano Ronaldo de 18 años, atormentó al United con su habilidad y velocidad.

“Fue una actuación espectacular para ver”, dijo Mikael Silvestre, ex jugador del United e internacional por Francia. “Nadie conocía a ese chico y no destrozó durante todo el partido. Nadie podía alcanzarlo; él era increíble. Al inicio nadie había escuchado de Ronaldo y para el final del día, todos sabíamos quién era”.
Imagen vía: ENCA

Puede que los jugadores del Manchester United hayan sido sorprendidos, esa noche, pero los visores y directores deportivos de los mejores equipos de Europa sabían de Ronaldo desde años atrás.

Poco después de su llegada a Lisboa, a la edad de 12 años, surgieron muchos reportes sobre un raro joven talento con un nombre familiar y muy famoso. A través de toda Europa se escribían historias sobre el chico que lo tenía todo: velocidad, poder, balance y habilidad para vencer a todos los jugadores.

Para el verano de 2002, un impaciente Ronaldo de 17 años, contrató a Jorge Mendes como su agente, para que le ayudara a conseguir un traspaso.

Había muchas opciones. Una lista larga de equipos, incluyendo al Valencia, Liverpool. Juventus, Inter de Milán, Parma y Barcelona, habían estado monitoreando a Rondaldo y muchos de ellos estaban listos para hacer una oferta por él.

A inicios de 2003, parecía que Cristiano estaba destinado a unirse al Arsenal. Incluso había viajado al norte de Londres para encontrarse con Arsene Wegner y recorrer el centro de entrenamiento del club; pero al final el equipo no pudo concretar el traspaso del portugués. En 2014, Wenger lamentó lo sucedido (vía Liam Twomey de Goal), “¿De qué me arrepiento? Estuve muy cerca de fichar a Cristiano Ronaldo (…), es algo que, al día de hoy, aún me duele”.

En junio de 2002, Carlos Queiroz, quien había dirigido a las selecciones de Portugal y Sudáfrica, además del Sporting, llegó a Old Trafford para convertirse en el nuevo asistente técnico de Ferguson. En su autobiografía, el ex técnico escocés, recuerda que Querioz le dijo de inmediato: “Hay un niño en el Sporting y tenemos que estar atentos”.

“Carlos dijo que teníamos que actuar de inmediato porque este chico era especial. Así que mandamos a Jim Ryan, a verlo entrenar como parte de un acuerdo recíproco. Jim regresó y nos dijo, ‘Wow, he visto al jugador. Creo que es lateral, pero ha jugado como centro delantero con el equipo juvenil. Yo no esperaría mucho, con 17 años, alguien va a apostar por él”.

Imagen vía: Diario AS

El Manchester United ya estaba en procesos de formar una alianza informal con el Sporting, acordaron compartir consejos sobre la visoria de jugadores y el desarrollo de los mismo. La intención real del United era tener acceso prioritario al talento de los equipos juveniles del Sporting y al premio mayor: Cristiano Ronaldo.

Como parte de ese acuerdo, el United accedió a jugar un partido amistoso con el Sporting en su nuevo estadio, que fue construido para la Eurocopa de año siguiente. La fecha del encuentro quedó pactada para agosto de 2003,

El United llegó a la capital portuguesa desde Nueva York, la noche anterior al partido, con una gira de tres semanas por Estados Unidos, a cuestas.

“La verdad es que todos estábamos listos para volver a casa, pero teníamos un partido más en Portugal”, dijo Lynch. “Todos estábamos cansados, muchos sentíamos el jet lag por haber cruzado el Atlántico. Para el día del partido, estábamos caminando por el lobby a las 4:00 de la mañana”.

Silvestre, agregó: “Ninguno de nosotros estaba de humos para el partido. La actitud del equipo era, ‘Acabemos con esto y volvamos a casa’. Para el Sporting era un partido importante, para nosotros era otro amistoso”.

Silvestre inició el partido como central en la defensa, a lado de Rio Ferdinand. En cuestión de minutos, la atención de todos estaba puesta en el adolescente que trataba de impresionar a todos por la banda izquierda.
Imagen vía: Bleacher Report/Barrilete Cosmico

“Nunca antes había oído hablar sobre Ronaldo, pero tan pronto como tuvo el balón en los pies, empezó a burlar jugadores, lo hizo por la banda derecha y por la izquierda”, dijo Silvestre. “Él era rápido y muy hábil; todos estábamos en shock. Recuerdo haber pensado, ‘gracias a Dios que estoy jugado como central y no como lateral”.

Danny Pugh, ex defensa del United y actualmente jugador del Port Vale, inició el partido desde la banca a lado de los otros suplentes: Lynch, Rudd van Nistelrooy, Phil Neville y Darren Fletcher; además de Ryan Giggs y el entonces capitán del equipo, Roy Keane, quienes habían recibido descanso.

“La primera vez que tomó el balón, hizo algunos trucos, se quitó a un jugador y todos los que estábamos en la banca lo vimos”, comentó Pugh. “Alguien dijo, ‘él es el jugador sobre el que nos habló el jefe’. Estaba ahí para armar un espectáculo. Cada vez que tomaba el balón, hacía algo, se tenía mucha confianza. En ese entonces era muy delgado, pero tenía mucho talento natural. Era la manera en que tomaba y llevaba el balón, la forma en que se quitaba rivales”.

Hacía un año que el United había mostrado interés por Ronaldo y era bastante claro que él sabía que ese partido era su oportunidad para despejar cualquier duda que el equipo pudiera haber tenido sobre él.

“Después de 15 minutos, podías ver que todos en la banca, incluidos Roy Keane y Ryan Giggs, estábamos negando con la cabeza, teníamos la boca abierta y no podíamos creer lo que estábamos viendo”, recuerda Lynch.

“Un chico de 18 años estaba destrozando a nuestra defensa. Nos quedamos sin habla, ‘es increíble’, él se estaba luciendo y lo hacía a propósito, todos lo sabíamos, pero lo estaba haciendo muy bien”.

Mientras la banca del United disfrutaba del espectáculo, John O’Shea, el lateral que estaba marcando a Ronaldo en la banda derecha, no lo estaba haciendo.
Imagen vía: Bleacher Report/Barrilete Cosmico

“Destrozó a John en el primer tiempo”, dijo Lynch. “Recuerdo haberle dicho, ‘¿alguna oportunidad de que te le acerques al chico, John?’, él volteó a verme, negó con la cabeza y me dijo, ‘es más fácil decirlo que hacerlo”.

En su autobiografía, Sir Alex escribió: “Una mirada de dolor y desconcierto cruzó la cara de John”, durante el primer tiempo. Roy Keane, en su libro “El segundo tiempo”, sugiere que O’Shea necesitó ver al doctor del equipo por mareos; Rio Ferdinand, es su libro “Rio: Mi Historia”, dijo que O’Shea necesitó una mascarilla de oxígeno; sin embargo, B/R no pudo recolectar ninguna prueba de que O´Shea necesitara de atención médica en los vestuarios.

“No, nada de eso, es una exageración por parte de Roy y Rio, solo se están burlando de John”, dice Silvestre. “Tuvo que sentarse para recuperar el aliento, pero nunca vio al doctor”.

Durante el primer tiempo, escribió Ferguson, que algunos jugadores de la banca le dijeron, “Demonios jefe, él es un buen jugador”, a lo que él respondió, “Está bien, ya lo tenemos arreglado”.

En su libro, Ferguson escribió que le pidió a su utilero, Albert Morgan, “Ve al palco de los directivos y trae a Peter Keyton (el entonces presidente ejecutivo del club) a los vestuarios para el medio tiempo”. Además, añade: “Le dije a Peter, ‘no nos vamos a ir del estadio hasta que hayamos fichado a este chico’, él me preguntó si era así de bueno y yo le dije, ‘John O’Shea terminó con una migraña, fírmalo”.
Imagen vía: Bleacher Report/Barrilete Cosmico

A los ocho minutos del primer tiempo, el tormento de O’Shea terminó y Lynch lo reemplazó como lateral.

“En el calentamiento había notado que el pasto estaba en muy malas condiciones, era el peor que yo hubiera visto, estaba en un estado terrible”, recuerda Lynch. “No se podía jugar en ese pasto. Era muy difícil apoyar los pies antes de patear el balón porque el pasto se deshacía debajo de nuestros pies”.

“Ronaldo tenía el balón pegado a sus pies, parecía que estaba bailando a nuestro alrededor. Nadie podía descifrar cómo estaba jugando así de bien en un campo tan terrible y si podía hacer eso con la cancha desecha, entonces, ¿Qué podía hacer sobre una superficie decente? El sólo pensarlo era desconcertante”.

“Sentí miedo de enfrentarlo. Lo tenías que mirar desde muy cerca, en algún momento me hizo un túnel y lo único que pude hacer fue derribarlo. Anotaron su segundo gol en un tiro libre, él estuvo intratable esa noche”.

Lynch se libró de Ronaldo cuando este se cambió de banda, ahora la obligación de frenarlo recaía en Pugh, quien había entrado por Kieran Richardson para la última media hora de juego.

“Cuando corrió hacia mí, pensé ‘maldición, ¿ahora qué voy a hacer?’, él podía ir de derecha a izquierda o hacer una jugada de fantasía. Era bastante fuerte y controlaba el balón de una forma increíble”.
Imagen vía: Marca

El Sporting ganó el partido 3-1, pero el resultado fue insignificante ante la actuación que presentó Ronaldo. Por primera vez, muchos de los jugadores con los que B/R pudo hablar, le pidieron a Ferguson que fichara a un rival.

“Phil Neville salió de la cancha y fue directamente hacia Sir Alex”, dijo Silvestre. “En los vestuarios le dijo, ‘jefe, tiene que fichar a ese chico, simplemente tiene que hacerlo’ y Sir Alex respondió, ‘está bien, no tienen que preocuparse, ya lo estamos arreglando”.

Bañados y enfundados en chamarras del equipo, los jugadores del United se vieron forzados a esperar afuera del estado por más tiempo del normal. Adentro, Ferguson y Kenyon estaban negociando el traspaso de Ronaldo. Ferguson no había bromeado cuando dijo que no se irían hasta que el fichaje estuviera hecho.

Imagen vía: Bleacher Report/Barrilete Cosmico

La actuación de Ronaldo no fue lo único que aceleró los esfuerzos del United, en ese partido también estuvieron presentes los directivos de otros equipos. Txiki Bergiristain, el director deportivo del Barcelona, había ido al partido a ver a Ronaldo; mientas que Carlos Queiroz, quien acababa de ser nombrado técnico del Real Madird, le había dado instrucciones a su director deportivo, Jorge Valdano, para fichar al jugador.

Originalmente, el plan del United era fichar a Ronaldo y después cedérselo al Sporting por un año. Pero ahora lo quería en Manchester. Después del partido, llegaron a un acuerdo con el Sporting por 12.24 millones de libras, una cifra récord en Inglaterra para un adolescente.

Después del partido, en una sala pequeña dentro del estadio, Ferguson habló con Ronaldo y con Jorge Mendes. “Le dijimos lo mucho que lo queríamos en el United”, escribió Ferguson en su libro. “Le dije, ‘no vas a jugar todas las semanas, te lo digo de una vez, pero vas a formar parte del primer equipo. No tengo ninguna duda de eso, te va a llevar algo de tiempo adaptarte, pero vamos a ver por ti”.

Mientras tanto, el equipo estaba esperando afuera.

“Habías estado sentados en el autobús por más de una hora. Empezaron los rumos de que el jefe estaba arreglando su fichaje”, recuerda Silvestre. “Finalmente, Sir Alex se subió al autobús y todos le preguntamos, ‘¿lo fichamos?’ y él solo sonrió”.

Era la sonrisa del hombre que había fichado al mejor juvenil del mundo. Días después, Ronaldo y su familia, acompañados por Jorge Mendes, viajaron a Manchester en un avión privado para la firma del contrato.

En su tour por Carrington, Ronaldo, usando su suéter memorablemente brillante, conoció a sus nuevos compañeros.

“Ronaldo se encontró con John O’Shea, y en broma John le dijo, ‘me debes una grande por haberte conseguido este contrato’”, recuerda Pugh. “Alguien se lo tradujo a Ronaldo y él solo empezó a reírse”.
Imagen vía: The Telegraph

Los jugadores del United lo recuerdan como un chico tímido fuera de la cancha, pero Ronaldo se llenó de confianza tan pronto como se unió a los entrenamientos del equipo.

“No tenía ningún rastro de nerviosismo en todo su cuerpo”, dijo Lynch. “Entró a la cancha sabiéndose que pertenecía aquí. Había visto como otros chicos se ponían nerviosos cuando entrenaban con nosotros, con superestrellas, pero él se creía una superestrella. Él llegó con mucha confianza, con paso firme”.

Diez días después de haber jugado contra el United, con el Sporting, Ronaldo hizo su debut en Old Trafford en la jornada inaugural de la Premier League.

Portando el icónico dorsal 7, por primera vez, Cristiano Ronaldo entró como relevo de Nicky Butt para los últimos 30 minutos del partido. Retomó la actuación que dio en Portugal y dio muestra de su velocidad y habilidad en la victoria del United sobre el Bolton por marcador de 4-0.
Imagen vía: Portavoz

En las gradas, el reportero veterano del Manchester Evening News Stuart Mathinson, recuerda haber escuchado a Tom Tyrell, quien había formado parte del equipo de prensa del equipo por más de cuatro décadas, decir, “No había visto un debut como este desde el de George Best”.

Para Silvestre, quien fue titular contra el Bolrton, “Ronaldo salió y trató de impresionar a todos, tenía la urgencia de hacerlo, hizo jugadas de fantasía y a la afición le encantó, los tenía a sus pies”.

Ese fue el primero de los 292 partidos que Ronaldo jugó para el Manchester United. Durante ese tiempo, marcó 188 goles, ganó tres títulos de Premier League, un FA Cup, dos Copas de la Liga, una Champions League y un Mundial de Clubes. Después, en 2009, se unió al Real Madrid por lo que en su momento fue una cifra récord y hasta el día de hoy ha cosechado aún más éxitos en la capital española.

Meses después de su debut con el United, Ronaldo estaba en Carrigton, en uno de los jacuzzis sentado a lado de Silvestre.

“Le dije: ‘sabes, creo que puedes llegar a ser uno de los mejores del mundo y tal vez, algún día, ganes el Balón de Oro”, recuerda Silvestre. “Ronaldo solo me sonrió. Ahora ha ganado cuatro Balones de Oro y todo inició hace años, con ese partido amistoso en Lisboa”.

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About Pamela Rodriguez

Estudiante de Ciencias de la Comunicación. Mexicana y Red Devil. Keep the flag flying.

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