Cuando iniciaron los rumores sobre la llegada de Zlatan Ibrahimovic al Manchester United no sabía cómo sentirme; por una parte, el gol que le marcó a Inglaterra de chilena es uno de mis recuerdos favoritos del fútbol, lo reconozco como uno de los mejores delanteros del mundo, pero soy de las que piensan que, cuando se trata del United, nadie es ni puede ser más grande que el club mismo. Al inicio yo creía que con Zlatan todo iba a girar a su al rededor, que iba a ser él, su ego y gran figura, pero estaba muy equivocada.
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Aunque tenía mis dudas, debo reconocer que me emocioné mucho con su llegada y que incluso temblé de emoción cuando se oficializó su fichaje. Ese día lo único que hice fue buscar imágenes y video de Zlatan, encontré una canción sobre él y vi un sinfín de videos de las parodias que ponen a Ibrahimovic sobre un pedestal y lo muestran como un dios. No entendía por qué lo trataban así. Su récord goleador lo pone como uno de los mejores delanteros del mundo, estuvo en grandes equipos y lo ha ganado todo, pero hay otros jugadores que han alcanzado los mismos títulos o que incluso han ganado más. De a poco entendí que es Zlatan el que desata todo ese circo, pero no lo hace con sus frases polémicas, lo hace con esa confianza que irradia por saberse el mejor. Algunos le llamaran egolatría, pero yo le llamo mentalidad ganadora.
En las épocas de Moyes y Van Gaal, las mayores carencias del Manchester United se presentaron en el tema de la personalidad, del coraje y de las ganas. Ibrahimovic llegó a cambiar eso y lo hizo desde su primer partido amistoso, no perdió tiempo y desde el primer minuto demostró que él es una figura de talla mundial y que el bullicio que se genera a su al rededor está más que justificado.
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Zlatan Ibrahimovic tiene un talento natural que hasta Cristiano y Messi envidían, de eso no hay duda. Con 18 años ya ponía en rídiculo a los defensas más experimentados de la liga sueca y aunque no se trata de una competencia de gran nivel, es una liga profesional y lo que Zlatan hizo a esa edad tiene mucho mérito. La parte del temperamento la focalizó con Fabio Capello en la Juventus. Dejo de hablar con la boca y empezó a hacerlo con el balón en los pies. Desde entonces, Ibra ha sido un hombre capaz de encaminar a sus equipos hacía el éxito, así de determinante es el sueco.
Lo que ha hecho con el Manchester United no se ha apartado de la regla. Zlatan llegó, borró todos los fantasmas de la mediocridad y ha hecho de este equipo un equipo ganador. Partido a partido vemos la mano de Zlatan, la influencia que ha tenido en sus compañeros.
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La final de la Copa EFL es el ejemplo más claro de la influencia que Zlatan Ibrahimovic ha tenido en el Manchester United. El partido fue una baalla emocional, un gol en contra anulado, una ventaja de 2-0 inmerecida que se nos escamo de entre las manos. En la final pasó de todo, pero Zlatan nunca perdió la brújula, él siguió luchando y a la hora de la verdad dio un paso hacía enfrente. Era el minuto 80 y tantos, había cansancio y pesades mental, en ese momento Zlatan hizo todo de lado, bajó a defender, no le pesó, le sacó provechó y desde terreno propio inició la jugada que definiría el campeonato. En un minuto, con 34 partidos y 35 años a cuestas, Zlatan pasó de defender a anotar el gol del título. Muchos le dicen egoísta, pero sus siete meses con el Manchester Unied, el sueco no ha hecho otra cosa más que jugar para el equipo y para el club.
En ese domingo vimos al verdadero Zlatan, se mostró cuando el árbitro silbó el final del partido y todos caímos en cuenta de que el United había conseguido otro campeonato. Ibra se arrodilló en el pasto de Wembley, estaba realmente feliz por haber ganado. No hubo teatro, no hubo máscaras, todo fue real, vimos como Zlatan se emocionó por haberle dado un título al Manchester United.
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El club le tocó el corazón y él tocó a todos sus compañeros. Wayne Rooney gritó su gol, alzó el trofeo con Zlatan a su lado y en la cancha festejó con él. Todos los jugadores se tomaron fotos con Ibra, todos celebraron a su lado y no creo que haya sido porque él marcó el gol del gane. Cuando los demás jugadores hablan de Zlatan lo reconocen por su profesionalismo, buen humor y compañerismo. Ahí esta su magía, en el impacto tan positivo que puede tener en el vestuario de un equipo.
No dejo de pensar en que hubiera pasado si Zlatan hubiera coincidido con Sir Alex Ferguson, pero no me lamento porque bien dicen que las personas especiales llegan a nuestra vida cuando más las necesitamos y ese fue el caso de Zlatan, él llegó cuando necesitábamos que alguien nos devolviera el espíritu de lucha y nos hiciera soñar de nuevo.
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Zlatan Ibrahimovic lvino a cambiar al Manchester United, no costó ni un sólo centavo y en menos de un año conquistó el Teatro de los Sueños. Diferente a lo que hicieron otros grandes jugadores como Van Nistelrooy o Van Persie, Ibra es especial y esta en otra categoría, su impacto ha ido más allá de lo meramente futbolístico y lo digo sin reservas, está pasar ser uno de los grandes del club.
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