Prohibido olvidar: el largo camino hacia la transición

Muchos afirman que “quien olvida su historia está condenado a repetirla”. Y Manchester United, uno de los clubes más importantes del planeta, parece estar teniendo problemas de memoria…

Fuente: Manchester Evening News

Desde la salida de Sir Alex Ferguson -director técnico más ganador de la historia del club-, el rendimiento habitual del equipo tomó un giro diferente y, para algunos, bastante inesperado y particular. Los triunfos comenzaron a darse solamente una o dos veces al mes, la defensa perdió gradualmente su frecuente solidez y los adversarios, siempre temerosos, empezaron a ignorar las abismales diferencias que solía haber entre un plantel y otro para salir al campo de juego con una actitud más agresiva y ganadora. Pero… ¿qué ocurrió para que Manchester United pase de la gloria al tan indeseable “fracaso”? Una sola palabra: transición.

Tras la coronación de 1968, seguida de la derrota ante Estudiantes de La Plata por la World Club Championship, Sir Matt Busby -personalidad más admirada y reconocida de Old Trafford-, decide renunciar a su cargo como director técnico. Habiendo alcanzado la gloria máxima de la mano de enormes leyendas como Sir Bobby Charlton y George Best, el padre de los Busby Babes opta por una elección difícil pero lógica. ¿El problema? El devenir, el futuro. O, mejor dicho, la transición. Manchester United, lejos de revivir lo acontecido en las décadas de 1950 y 1960, se ve condenado a admirar desde las sombras el éxito de su eterno rival, Liverpool, que había aprovechado el momento para adueñarse de la escena futbolística hasta el inicio de los ‘90. Cualquier similitud con la actualidad es pura coincidencia…

Desde Wilf McGuinness -ex futbolista del club y entrenador de la reserva, considerado por muchos como “el David Moyes del siglo XX”-, Frank O’Farrell y Tommy Docherty, hasta Dave Sexton y Ron Atkinson. Cinco directores técnicos en casi veinte años. Todos con buenas intenciones pero sin la capacidad dirigencial del gran Sir Matt Busby, el único que había demostrado tener los dotes necesarios para comandar un barco tan inmenso como el de Manchester United. De todas formas, cuando parecía que los de Merseyside iban a prolongar su dominio para autocoronarse una vez más como los reyes del norte de Inglaterra, apareció un hombre: Sir Alex Ferguson, un escocés ambicioso que venía de hacer historia con Aberdeen y parecía tener todas las de ganar en Manchester. Al asumir el cargo en noviembre de 1986, “Fergie” comenzó a darse cuenta de los problemas que padecía el plantel de aquel entonces, donde jugadores como Norman Whiteside, Paul McGrath y Bryan Robson no se encontraban en su mejor forma física debido a los excesos de la época. La ingeniosa mente del nuevo director técnico ideó un plan que, años más tarde, alcanzaría un éxito rotundo: la imposición de una disciplina dura sobre los futbolistas más revoltosos y la incorporación de jóvenes talentos al primer equipo. El resto es historia…

Fuente: Allsport/David Cannon

Y esa historia aún permanece en la memoria y el corazón de todos los hinchas. Porque el Manchester United de Sir Alex Ferguson logró algo que ningún club inglés había conseguido hasta el momento: ganar el Treble, una hazaña que incluía las conquistas de la UEFA Champions League, la Premier League y la FA Cup en una misma temporada. Un récord que, definitivamente, colocó a los Red Devils en el libro grande del fútbol mundial.

Fuente: Chris Gleave

Pero ahora, con un Sir Alex Ferguson retirado hace casi tres años, Manchester United sabe que no puede vivir del pasado. Y que, si quiere volver a formar parte del limitado grupo de “mejores equipos del mundo”, debe ajustarse al deporte moderno y entender que, si Wilf McGuinness fue “el David Moyes del siglo XX”, todavía le quedan varios años para volver a encontrar al perfecto sucesor. Porque Louis van Gaal, con su cerrada filosofía y sus picantes declaraciones ante la prensa, parece estar a años luz de distancia.

Fuente: Reuters/Andrew Yates

Manchester United solamente podrá volver a vivir el éxito que cosechó en los años de Sir Alex Ferguson si mira hacia atrás e intenta valorar su propia historia, la cual lo llevó a convertirse en uno de los clubes más grandes del mundo entero. Cada jugador que tenga la inigualable responsabilidad de vestir la camiseta de los Red Devils debe hacerlo a conciencia, sabiendo que lleva sobre sus hombros el peso de casi 140 años de prestigio y honor, que incluyen desde la impresionante victoria sobre Bayern Munich en la final de la UEFA Champions League de 1999, hasta el último triunfo sobre Liverpool en Anfield por la Barclays Premier League. El compromiso debe ser tomado como algo mutuo e instantáneo, no como una obligación más. Solo así, y con la ayuda de otros factores -como la incorporación de nuevos futbolistas para las posiciones más necesitadas-, Manchester United podrá recuperar algo que en realidad nunca se fue: la gloria.